Vivencias Nepalíes

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Vivencias Nepalís 16     (3/4/2015)

Queridos/as amigos/as,

1.- Ayer impartimos una justicia como la hacen lo jueces más humanos y prácticos.El jovencito, de cuyo nombre no quiero acordarme, que nos había "cogido" una figurita del "pessebre" el Diciembre pasado y le invitamos a que nos la devolviera y la colocara de donde la había sacado y así lo hizo, volvió a ejercer su dominio estropeando una parte del puzzle de 170 piezas que con voluntad había juntado una niña. Castigo: realizar el puzzle junto con esta misma niña. Como en Nepal lo de la constancia no lo tienen muy claro y hoy vienen y mañana no debido a las distintas fiestas de las distintas etnias, la niña en cuestión no vino ayer, pero la sustituimos por otra que ayudó al elemento rebeldillo a hacer un poco de puzzle. Yo también estaba presente para apoyar y comprendí lo complicadillo que era y me pregunté cuántos años tardaré yo en realizar el de 3000 piezas, que movida por la belleza del mismo llevé a El Niu Feliç y vi que me lo tenía que llevar otra vez a Barcelona. Pero por puntillo ante mi misma, intentaré terminarlo y si lo consigo lo volveré a traer a Nepal para que lo expongan en una de sus clases.

2.- Anécdotas que hoy contaremos a los peque de 6 a 13 años:

a) Esta es histórica. La patata que nos gusta tanto y empleamos siempre, en el siglo XVIII tenía muy mala fama, incluso se pensaba que podía ocasionar la lepra. Un rey francés cuyo nombre no tengo delante, vio las ventajas de la misma y después de aconsejarles a sus súbditos que la comieran y ver que no le hacían ni caso, la plantó en sus jardines y la rodeó de vigilantes para que nadie pudiera robarla. ¿Qué pasó?, que los ciudadanos empezaron a robarla y querer tenerla en sus terrenos y descubrieron su sabor y sus infinitas posibilidades tanto culinarias como medicinales. Semejantemente ocurrió en Alemania y la solución fue la misma. Esto son gobernantes que conocen las debilidades de su pueblo y las utilizan para ayudarles.

b) Había una tortuga a la que le encantaba comprar muchas cosas que iba poniendo sobre su caparazón. Muchas no las utilizaba porque ya había comprado otras que le gustaban más. Llegó un día en que notó que no podía moverse. Intranquila empezó a pensar y vio que era debido al gran peso que llevaba encima. Lo descartó casi todo y salió corriendo y feliz de haberse liberado de semejante carga, sabiendo que no la necesitaba para nada.

c) Un joven chino tenía que ir a una Universidad lejana pero quería llevarse un bello  jarrón muy valioso lo que era imposible. El joven no se decidía ir a la Universidad por este hecho. Un día su padre, que no conseguía hacerle cambiar de opinión con sus consejos, decidió coger su espada más querida y asentar un fuerte golpe al jarrón, por lo que este quedó hecho añicos y le explicó a su hijo que no había nada más válido que su LIBERTAD y que si alguien o algo se la impedía debía solucionar la cuestión lo antes posible.

Y con este consejo de este padre tan sabio os deseo una ¡¡¡feliz Semana Santa!!!

Maria Villalba Badia

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